Es una cuestión que tanto el que busca piso para invertir o el que busca vivienda habitual ha de afrontar a la hora de la compra, ya que no siempre depende de la capacidad del bolsillo, sino que en ocasiones, la ubicacion es clave para el comprador, ya que las fincas más antiguas suelen estar ubicadas en centros urbanos, mientras que las de nuevo cuño se sitúan en el extrarradio por lo general.

Las diferencias entre comprar un piso nuevo y otro de segunda mano saltan a la vista, y se nota también en el bolsillo, quizá por ello cada vez más españoles se deciden por la vivienda de segunda mano, según datos del observatorio cetelem . La vivienda nueva es de media un 20% más cara que la usada. A tener en cuenta a la hora de la financiación, si es el caso, de que el importe de la obra no puede ser incluido en el préstamo, por lo que es una inversión (que no gasto), que el comprador ha de tener ahorrado.

Por otra parte, la vivienda usada tiene la ventaja de que la adaptaremos a nuestro gusto y presupuesto, no obstante, hay que ser prudentes y no dejarse llevar por primeras impresiones, por muy favorables que sean. Conocer si la finca ha pasado la Inspección Técnica de Edificios (ITE) de forma favorable o si está pendiente de obras de calado en techos, fachadas, tuberías, o elementos comunes, nos puede ahorrar muchos disgustos y dinero. Son sorpresas desagradables que en una vivienda nueva son poco problables o nulas.

Si nos decidimos por la aventura de la reforma, el gasto dependerá de la envergadura de la obra, no es lo mismo un “lavado de cara”, que una reforma integral, y es interesante tener en muy en cuenta el aislamiento, tanto acústico como térmico: dobles cristales en ventanas, aislantes en techos y suelos…e incluso utilizar medios sencillos y baratos para disminuir filtraciones de aire, como burletes, tapar rendijas con silicona…es una medida que a la larga conlleva ahorro energético de hasta un 30%.

Y finalmente, también se ha de tener en cuenta los gastos ordinarios que tendrá que afrontar el comprador de por vida, nos referimos a los gastos de comunidad, que suelen ser más elevados en las viviendas nuevas, ya que en muchos casos disponen de servicios como jardines y piscinas comunitarias, etc…